martes, 12 de junio de 2012

Carpe Diem



Sinceramente, no sabía como titular el post de hoy porque es muy difícil terminar dando la vuelta a las cosas y de una noticia terrible sacar un mensaje positivo o que, al menos, nos haga ser o mirar la vida, el día a día de una forma positiva.

El otro día pudo ocurrir una tragedia en el cole de mis hijos, se declaró un incendio en un terreno de al lado y justo diez minutos después de que los niños salieran de clase. Fue algo tremendo pensar lo que podía haber ocurrido si todo hubiera pasado media hora antes.

Os muestro fotos para que veáis el alcance de lo que allí pasó:









Todo eso me llevo a la terrible noticias de estos 3 hermanos madrileños que murieron en el incendio de la guardería en Qatar hace apenas unos 10 días y que dejaron a un hermano mas pequeño. Y me llevó a preguntarme también por qué unos tienen suerte y otros no, por qué a unos les suceden unas cosas y a otros no. La vida nos puede cambiar en un segundo.

Me mandaron el recordatorio y unas palabras como testimonio de una persona que vivió la Misa de Acción de Gracias por estos niños. No pude dejar de emocionarme ante este suceso y ante el mensaje de tolerancia y verdadero AMOR que esta familia dio. En un mundo en crisis, no solo económica, muy poca gente sabe amar de verdad y aceptar las pruebas con tanta fuerza.

Después de leer este testimonio siento que no puedo seguir quejándome por tonterías y que tengo que aprovechar cada minuto.

Os las transmito tal cual me llegaron porque no me parece correcto resumirlo y quiero dejaros la totalidad del mismo:

“Os envío el recordatorio de Almudena, Camilo y Alfonso, los tres niños que perdieron la vida en un incendio en Qatar el lunes 28 de mayo, día de la Pascua de Pentecostés. Ayer por la tarde se celebró una Misa de Acción de Gracias en la iglesia de los Jesuitas de Madrid. He estado en muchas ocasiones en esa iglesia y no recuerdo nunca verla tan llena.  

La ceremonia fue muy entrañable, serena y emotiva; la lectura del Evangelio ("Dejad que los niños se acerquen a mi"), especialmente adecuada. Los padres de los niños, Camilo y Elena, estaban muy enteros. Incluso agradecían sonriendo las palabras y el afecto de todas las personas que quisieron acompañarles y acercarse a darles un abrazo. Al final de la Misa, Camilo, tomó la palabra. Fue un testimonio conmovedor. 

En primer lugar, agradeció a las personas que hicieron posible el rápido traslado a España y al personal del Ministerio de Exteriores todo su esfuerzo "por hacer fácil lo difícil". Después agradeció todas las llamadas, mensajes, correos y muestras de cariño por las que se sentían totalmente desbordados y sorprendidos. Y después, pidió para que todas las personas que habían rezado por ellos lo siguieran haciendo pues, "como dice Elena, si estamos así es gracias a todo lo que están rezando por nosotros. Seguid haciéndolo, por favor, para que podamos seguir así". Agradeció a los padres de ambos el haberles inculcado la profunda fe a la que ahora se están aferrando. Y pidió que nadie llore, que ellos creen que la vida tiene una meta, y que sus hijos ya han llegado, y que por eso, si alguien llora, que lo haga de alegría, pues sus hijos ya han alcanzado el Cielo. 

Os lo cuento porque no quiero dejar de compartir con vosotros un testimonio de fe y de esperanza conmovedor. En un ambiente de crisis, de tristeza y de pesimismo, saber que hay personas así, que saben aceptar lo que les pasa, por duro que sea, con esta fortaleza, esta serenidad y esta paz es una lección que yo no voy a poder olvidar. Espero que nunca.” 



Esto, me ha dado que pensar y lo que he sacado en conclusión es que tenemos que aprovechar el tiempo “a tope”, CARPE DIEM, pero no como  se dice muchas veces en el sentido de vivir de una manera vacía, con una felicidad de plástico basada en el tener, hacer, correr, comprar… con un “yo, mi, me, conmigo” egoísta que nos lleva a pensar, “mientras yo sea feliz no me importa nada”.

No, ésta no es la forma, al menos mi conclusión me lleva a vivir el día a día sin dejar de decirles a los míos cuanto les quiero, sin dejar de abrazarles, besarles, sin dejar de dar gracias por lo que tengo que es mucho, sin dejar de mirar a los lados y ver como están los demás, sin decir lo que siento porque a veces nos parece cursi y sin embargo es precioso poder compartir con los tuyos tus verdaderos sentimientos.

Porque no somos una isla, vivimos con más gente a la que, a veces, con una sola sonrisa o un gesto de amabilidad le hemos hecho más fáciles las cosas, o menos amargas como queráis.

Como dice una canción: “¿A donde irán los besos que guardamos, que no damos?”

Me encantaría saber vuestra opinión.



4 comentarios:

  1. Me ha emocionado! yo os sigo desde hace bastante tiempo y creo que vuestros productos son una manera perfecta de emocionar a las personas que tenemos cerca y decirles que les queremos. Yo a mi madre le regalé el colgante "botón" de Micababou (fijaros si hace tiempo!) con una inscripción personal. Que el drama que hoy contais sea una leccion de vida. Aprovecho para felicitaros una vez más y mandaros un PRETTY besito!

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  2. Las emociones que estas imagenes me han provocado son tantas que definirlas con palabras no sería suficiente, la tristeza, la desolación y pensar en la falta de responsabilidad de todas aquellas personas que deberían haber actuado.... es sólo una parte. Creo que el expresar sentimientos através de vuestras joyas es muy hermoso, me gustan y espero tener la oportunidad de hacerme con alguna de ellas.

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