lunes, 21 de mayo de 2012

Familia en casa, familia en la red


La semana pasada se celebró el día de la Familia y poco después el día de Internet. Este fin de semana, dándole vueltas al tema, he pensado que de alguna manera ambos celebran a la familia. ¿Por qué llego a esta conclusión? Me explico:
No digo nada nuevo cuando afirmo que Internet ha supuesto una revolución en nuestras vidas, aunque suene muy grandilocuente ha sido exactamente así. Ya sé que a partir de una determinada generación Internet es una normalidad más dentro de todas las “facilidades” que tienen a mano, pero los que hemos sufrido los ruiditos del primer modem, o el “niña corta Internet de una vez que quiero llamar por teléfono”,  para nosotros sí que supuso una revolución grande, primero en las empresas y después en nuestras casas de tal forma  que hemos llegado al punto en el que estar sin Red es un drama familiar.

Sin apenas darnos cuenta nuestra familia se ha ampliado, tenemos nuestra familia carnal, cercana y nuestra familia en la Red. Internet sirve para comunicar mejor y más rápido. Internet es una potente herramienta de marketing y un escenario imprescindible para publicitar marcas y productos. Internet es nuestro libro de consulta y nuestra biblioteca. Internet es todo esto y mucho más…
Pero Internet también es el cauce para encontrar amigos de la infancia, hacer amigos nuevos e incluso como intercambio de experiencias entre grupos de aficiones comunes; llegamos a tener una comunicación totalmente fluida y sincera con gente que, aun no conociéndola  personalmente, tratamos con total amistad y confianza.
Y aquí es donde yo quería llegar ¿Seriamos capaces de perder todos estos amigos que hemos ganado en la red? Ya los conocemos a todos con nombre y apellidos ¿No sería quitarnos una parte de nuestra vida? Creo que nos quedaría un gran vacío, de amistad por un lado y de quehacer diario por otro. No nos hemos dado cuenta de cómo se nos ha ido metiendo en nuestra cotidianeidad escribir a unos y contestar a otros, preguntarles por sus cosas, sus hijos, su pareja, el trabajo. Forman parte de nuestra realidad y nosotros de la suya. Si algo nos sucede, inmediatamente ponemos una foto en el FaceBook o lo contamos por Twitter y recibimos contestación en décimas de segundos. ¿Podríais vivir sin ello? No lo sé… Yo no.
¿Y vosotros?
Espero vuestros comentarios

No hay comentarios:

Publicar un comentario