lunes, 27 de febrero de 2012

Primera comunión






Hay cosas en la vida que nunca se olvidan y regalos que siempre se conservan. Este es el caso, del día que recibí la primera comunión hace ya 30 años y de la medalla que todavía hoy, sigue colgada de mi cuello. Hay algo en esa medalla, “y supongo que no es casualidad” que me ayuda en mi día a día.

Sólo puedo decir una cosa a mis padres: GRACIAS por lo que me habéis dado.

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